Niños y Niñas en cuarentena
De pronto, con el coronavirus, la infancia se quedó entre cuatro paredes. La situación preocupa y desafía a los padres, que batallan para establecer límites y disciplina. Pero también inspira solidaridad. Los padres han empezado a pasar más tiempo con los hijos y a valorar el tiempo que implica cuidarlos.
Y es que el confinamiento también pone en riesgo la salud al añadir a la dieta familiar más alimentos ultraprocesados. La situación, es preocupante pero también encierra la oportunidad de hacer cambios para que los alimentos frescos que producimos en la región puedan llegar a la casa.
Transmitir tranquilidad frente al tema del Covid-19
Los niños prestan mucha atención a cómo los adultos hablan del coronavirus, por lo tanto, los niños y niñas se mostrarán más o menos ansiosos en función de cómo se comuniquen con ellos los adultos que tengan cerca. L
os niños y niñas necesitan la ayuda de los adultos para poner en perspectiva la situación, necesitan que los adultos les interpreten la información. Hay que tener claro que los niños y niñas, con frecuencia, se percatan de lo que está sucediendo más de lo que los adultos creen.
Muchas veces, escuchan las conversaciones de los adultos incluso cuando parece que no lo estén haciendo, por todo esto, es mejor hablar con ellos directamente y reconfortarles tanto como sea posible.
Aportar datos precisos y adecuados para la edad del niño o niña
Antes de hablar con los niños y niñas, los adultos deben entender los datos y estar preparados para compartir información correcta de manera que los niños y niñas la puedan entender. Es importante transmitirles que la mayoría de los niños y niñas no se enferman del coronavirus o lo hacen levemente. Esto les ayudará a estar menos ansiosos.
Pueden explicarles que nos quedamos más en casa para ayudar a que se frene la propagación de los microbios y asegurarse de que las personas que estén enfermas reciban la ayuda necesaria de los médicos.
Ayudar a niños y niñas a lidiar con la ansiedad que les puede provocar el encierro
Quedarse en casa y no tener contacto social probablemente sea una situación estresante para los niños y niñas de cualquier edad, así que los adultos necesitan darles algunos mecanismos para que lidien con la situación.
Seguir un horario (por ejemplo, actividades educativas durante la mañana, tiempo de actividades libres en la tarde) puede ayudar a todos a generar la sensación de un ambiente predecible, ya que la constancia ayuda a los niños y niñas a sentirse seguros.
Se pueden incorporar rutinas entretenidas a su día: cuentos, juegos en familia, manualidades, cocinar en familia, ayudar en labores hogareñas: hacer la cama, poner la mesa, retirar los platos de la mesa, ya que así se sentirán útiles y contentos consigo mismos.
También es recomendable escuchar música, bailar o saltar a su ritmo, cantar muy fuerte, liberando así energía.
Hablar con los niños y niñas para aliviar la ansiedad
Hay que saber que los niños y niñas pueden responder de maneras distintas ante el estrés; por ejemplo, portándose mal, volviéndose más dependientes o inquietos, más exigentes o irritables.
Los niños y niñas no son siempre conscientes de que su comportamiento ha cambiado ni por qué ha cambiado, por lo que es positivo que el adulto les ayude a entender y expresar sus sentimientos de maneras saludables, alentándolos a que compartan cómo piensan y cómo se sienten.
Por ejemplo, algunos niños o niñas pueden que les preocupe mucho llegar a enfermarse; otros puede que estén contentos de no tener que ir al jardín infantil o escuela; y otros puede que extrañen a sus amigos.
Desde Diario Concepción